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Friday, December 13, 2024

De cómo el programa de cultivo de fresas en UC Davis está generando ‘la mejor nueva fresa’

Las variedades de fresas de alta calidad cultivadas especialmente en UC Davis se utilizan en aproximadamente el 60 % de la producción mundial de fresas

 

Por LYNN CHEN — features@theaggie.org 

Traducido por HANNAH JIMÉNEZ y SAMANTHA TORRES 

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Un cliente que visita el supermercado probablemente no tiene dudas mientras escoge su caja habitual de fresas. Puede que miren aquí o allá para detectar algunas que estén verdes, pero luego pasan al siguiente artículo de su lista. Sin embargo, obtener esas fresas y ponerlas en el carrito de compras es un proceso sorprendentemente largo, complejo y científico, diseñado para satisfacer a la perfección las papilas gustativas del consumidor. Todo comienza con el desarrollo de una variedad de fresa de calidad, un área de maestría en el Programa de Cultivo de Fresas en UC Davis. 

Los investigadores del Programa de Cultivo de Fresas han estado cultivando variedades de fresas comercialmente eficientes desde 1952. El programa se encuentra situado actualmente en el Departamento de Ciencias Botánicas de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Medioambientales, e incluye un componente de enseñanza en el que los estudiantes de UC Davis aprenden de forma práctica. Las variedades desarrolladas en UC Davis constituyen alrededor del 60 % de las fresas consumidas a nivel mundial. 

Para desarrollar fresas de alta calidad para los productores, los investigadores del programa mejoran diferentes rasgos clave de las bayas, como la resistencia a enfermedades, el aroma, el sabor y rasgos posteriores a la cosecha como la firmeza, que son importantes para el empaque y el transporte. 

“La resistencia a las enfermedades es un tema importante”, afirma la Dra. Dominique Pincot, investigadora posdoctoral del programa. “Hay muchas enfermedades que preocupan a los productores”.

En los últimos años, una enfermedad en el radar de los agricultores era la marchitez por Fusarium, una enfermedad transmitida por el suelo que, como su nombre indica, causa marchitez en las plantas de fresas, según Glenn Cole, investigador asociado. 

Fusarium fue una enfermedad que despegó en los últimos 10 años, e incluso más rápidamente en los últimos años”, dijo Cole. “La enfermedad empezó a avanzar porque muchas hectáreas se cultivan con variedades susceptibles.” 

Según el Dr. Mitchell Feldmann, profesor adjunto de Genética de Fresas en UC Davis y director electo del Programa de Cultivo, la propagación del patógeno Fusarium fue combatida originalmente con el fumigante bromuro de metilo. Sin embargo, en 2005, el producto fue prohibido por las leyes de California. 

“El bromuro de metilo era una gran herramienta que protegía a las fresas de un montón de patógenos”, explicó Feldmann. “Desafortunadamente, también es un gas de efecto invernadero y carcinógeno realmente malo”.

Un año después de la prohibición del bromuro de metilo, Fusarium se propagó por los suelos, causando un aumento de casos de marchitamiento en las fresas. Incluso se llegó a temer que una epidemia de Fusarium pudiera destruir la cosecha de fresas de California. Afortunadamente, a mediados de abril de este año, UC Davis anunció el lanzamiento de cinco nuevas variedades o cultivos de fresa: UC Eclipse, UC Golden Gate, UC Keystone, UC Monarch y UC Surfline, las primeras resistentes a la enfermedad fúngica mortal.

“Para nosotros era fundamental lanzar este conjunto actual de variedades para combatir a Fusarium”, dijo Cole. “Han habido otros productos en el mercado con resistencia a Fusarium, pero son genéticas más antiguas, por lo que no rinden tan bien. Los productores han empezado a alejarse de esas variedades, por lo que necesitábamos un nuevo conjunto de variedades de mayor rendimiento que fueran más relevantes para el mercado actual”. 

Además de tener altas tasas de rendimiento y resistencia al marchitamiento de Fusarium, las nuevas variedades también tienen un sabor y unas características mejoradas que permiten el cultivo durante todo el año en California. Según Feldmann, las nuevas variedades son creadas especialmente para crecer en varias regiones que pertenecen a tres segmentos de mercado que se distinguen por la temperatura y las horas de luz, incluyendo variedades plantadas en otoño, de día corto; variedades plantadas en otoño, de día neutro; y variedades plantadas en verano, de día neutro.

El desarrollo de estos cultivos de fresa no fue fácil. Para encontrar plantas que tuvieran el marchitamiento por Fusarium, el equipo del Programa de Cultivo de Fresas tuvo que analizar el ADN de miles de plantas en un vivero de fresas de cinco acres. En septiembre, se plantaban nuevas combinaciones en el campo, y estas plántulas crecían durante el invierno hasta florecer y fructificar en primavera. Era durante este tiempo que Cole juntaba datos sobre las nuevas variedades experimentales. 

“Cuando comienza la fructificación, camino por los campos y hago observaciones fenotípicas o visuales sobre diferentes rasgos de las variedades de fresas que estamos tratando de desarrollar”, dijo Cole.

Las herramientas genéticas, como los marcadores, hicieron que el proceso fuera más rápido. “En lugar de recoger frutas de 10,000 plantas, podemos recoger frutas de 2,000 plantas porque sabemos cuáles tienen los rasgos que queremos”, dijo Cole.

Sin embargo, el desarrollo de variedades fresas no termina con el logro de la inmunidad a una enfermedad.

“Hay una analogía muy común que aparece en las clases de patología de plantas: existe una carrera armamentista constante entre el patógeno y la variedad que se desarrolla para crear resistencia a ese patógeno”, dijo Pincot. “Esa ha sido la historia con Fusarium. Tuvimos la primera carrera en California. Encontramos cinco genes resistentes al patógeno. Y ahora ha surgido la segunda carrera, y tenemos que ponernos al día encontrando un gen que se pueda distribuir y colocarlo en nuestro material.

Los investigadores deben tener constante cuidado con los nuevos patógenos, como la destructiva Macrophomina. Según Feldmann, el programa de investigación ha colocado una nueva parcela de vivero de plántulas en Wolfskill Experimental Orchards para desarrollar resistencia genética en cultivos futuros contra enfermedades transmitidas por los suelos. 

En el camino, los productores de fresas de distintas regiones están muy involucrados en el proceso de seleccionar variedades de fresas. Con el tiempo, los productores ayudan a reducir las multitudes de selecciones de cultivos de fresas que UC Davis planea lanzar a los agricultores comercializados. 

Eventualmente, las fresas con buenas características terminan al lado de un fregadero como merienda de estudio para picotear. Las bayas que se acaban de lavar representan horas de experimentación y selección por parte de un grupo de personas en un centro de investigación.

Aunque desarrollar la fresa ‘perfecta’ es una labor difícil e interminable, es gratificante la mejora y la búsqueda continuas de una nueva variedad mejor.

 “Mi fresa favorita es ‘la nueva fresa’”, dijo Cole. “A las fresas que estamos lanzando en este momento las he estudiado durante tres a cinco años. Conozco sus valores y sé lo bueno que tienen, pero también sé lo que viene. Hay fresas que van a tener mejor resistencia a las enfermedades y un sabor mejor. Y entonces, creo que es la mejor nueva fresa. Esa es mi fresa favorita”.

 

Escrito por: Lynn Chen — features@theaggie.org

Traducido por: Hannah Jiménez y Samantha Torres