Un estudio de UC Davis encuentra una relación íntima entre la luz solar y la salud reproductiva de estas plantas.
Por ARYAMAN BHATIA — science@theaggie.org
Investigadores de UC Davis publicaron recientemente un artículo en New Phytologist explicando por qué los girasoles miran al este. Han descubierto que los girasoles miran al sol porque el incremento del calor mañanero atrae más abejas y también ayuda a las plantas a reproducirse de manera más eficiente.
“Una polinización eficiente a partir de insectos requiere respuestas apropiadas a factores ambientales internos y externos entre la planta y el polinizador”, plantea el estudio.
Cuando un girasol está en etapa de crecimiento, mueve su cabeza en dirección a la luz del sol. Esto ocurre porque el girasol tiene un reloj circadiano interno, como se descubrió en un estudio anterior realizado por Stacey Harmer, profesora de Biología Vegetal y autora principal del artículo. Cuando el girasol madura, su cuello se vuelve más rígido, lo que hace que mire en una sola dirección.
“Es mejor para los girasoles mirar al este ya que aumenta su retoño”, explicó Harmer en una entrevista con UC Davis.
La investigadora postdoctoral Nicky Creux descubrió que cuando colocaba algunas macetas con plantas orientadas hacia el este y otras hacia el oeste, las primeras atraían más abejas que las segundas. Después de realizar numerosos experimentos, se descubrió que esto se debía a que las plantas orientadas hacia el este recibían más calor que las plantas orientadas hacia el oeste. La temperatura más alta daba un impulso de energía a las abejas que buscaban alimento por la mañana, y la luz solar directa también iluminaba marcas ultravioletas en los pétalos de las flores que eran visibles para las abejas, pero no para el ojo humano.
La dirección en la que miran los girasoles resulta ser un trabajo fundamental en su crecimiento y éxito reproductivo. Los girasoles demuestran una tendencia interesante para orientarse, como el comportamiento dinámico de la cabeza del girasol cuando sigue el viaje del sol a través del cielo. Los girasoles orientados hacia el Este, como se descubrió en una investigación meticulosa, tienden a producir semillas que no solo son más grandes sino también más pesadas.
Además, liberan el polen más temprano en la mañana, alineándose perfectamente con el momento en que las abejas se embarcan en la misión de forrajear. La fuerza predominante de esta preferencia direccional está en la temperatura de la cabeza de la flor.
Durante un experimento, los investigadores emplearon un calefactor portátil para calentar los girasoles que miraban al oeste. Notablemente, lograron resultados similares a los resultados observados en los girasoles que miraban el este.
Evan Brown, un estudiante de licenciatura en la Universidad de Virginia, realizó un experimento que involucraba girasoles macho estériles. Estas plantas tienen la capacidad de producir semillas, pero no pueden producir polen. Brown puso estas plantas estériles junto con girasoles normales, algunas mirando hacia el este y otras, al oeste.
De acuerdo con un artículo de UC Davis, a través del genotipado, los investigadores detectaron el origen del polen responsable de polinizar los plantas macho estériles.
“El equipo descubrió que el polen de las plantas que miraban al este era responsable del crecimiento de más retoños en comparación con las plantas que miraban al oeste”, explica el artículo.
Escrito por: Aryaman Bhatia — science@theaggie.org
Traducido por:
Harumi Arvizu Nansen
Lauren Kim