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Davis, California

Thursday, November 21, 2024

Aumentan las tensiones entre artistas locales y revendedores de ropa en Davis

Con la reventa de ropa ganando popularidad, el Mercado de Arte de Davis ha hecho esfuerzos para resolver las preocupaciones de los artistas

 

Por KACEY CHAN — features@theaggie.org 

Traducido por MATHILDA BRINTON y JAZMÍN LEDESMA 

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Los mercados vintage y de arte en Davis han ido ganando popularidad; el número de vendedores ha estado aumentando semanalmente ya que los revendedores de ropa se unieron recientemente a los artistas del Mercado de Arte de Davis.

La reventa ha ido en aumento en los últimos años. En 2021, Statista estimó que el valor de mercado global de la ropa de segunda mano y de reventa era de $96 mil millones. Se espera que el mercado de segunda mano alcance los $70 mil millones para 2027 solo en los EE.UU., aparte de los innumerables otros mercados de reventa en todo el mundo.

Incluso las mismas marcas de moda se han sumado a la tendencia en la última década. Marcas como COS, Lululemon e incluso marcas de lujo, como Coach, han lanzado programas de reventa para sus propios productos internamente. Las plataformas en línea como The RealReal, Depop y ThredUp se han disparado en popularidad para adaptarse al nuevo mercado de clientes que compran artículos pre-amados cuando buscan expandir sus armarios. 

La compra de artículos de segunda mano también ha ganado popularidad en línea. En las plataformas de redes sociales, como YouTube y TikTok, la segunda mano y la reventa han arraigado en la conciencia de las generaciones más jóvenes. Se entiende que la segunda mano no es solo una opción para comprar artículos caros a precios significativamente más bajos; también es una forma de encontrar ropa única y excéntrica, diferente a lo que ofrecen las tiendas convencionales. 

“Tengo una adicción a las compras, y la reventa se ha convertido en una buena manera de canalizarla”, dijo Mia Blake, revendedora local y estudiante de Solano Community College. “Comencé a comprar artículos de segunda mano y terminé vertiendo toda mi energía en la reventa”. 

Blake generalmente compra en las mismas tiendas de segunda mano, algunas de las cuales son organizaciones sin fines de lucro para ayudar a la comunidad sin hogar de Vacaville. Se ha convertido en un negocio secundario divertido que le permite canalizar su pasión. 

“Elijo cosas que se ajustan a mi estilo y son lindas”, dijo Blake. “Estoy obsesionada con los vestidos slip y la lencería, y me parece más agradable seleccionar ropa para vender de esa manera”. 

Blake también agregó que, con respecto al lado comercial, es mucho más fácil estimar el valor de la ropa si es un producto con el que está familiarizada. Para Blake, hay un mérito creativo y personal en seleccionar ropa para revender. A través de las compras de segunda mano, los revendedores pueden divertirse y adaptar una imagen de marca personal mientras ganan dinero. 

“Si bien comenzar es muy difícil y tuve que gastar mucho dinero para adquirir suficiente inventario, sin lugar a dudas, diría que obtengo un buen rendimiento por el tiempo y la energía que dedico a esto”, dijo Blake.

Sin embargo, han habido críticas en línea sobre la proliferación de la segunda mano y la reventa en los últimos años. Algunos llaman a esto la “gentrificación” de las tiendas de segunda mano, en las que los compradores de bajos ingresos han sido excluidos de sus opciones locales debido a la creciente popularidad de la reventa de segunda mano. Esta crítica, al parecer, está dirigida principalmente a los extremos de esta tendencia, en la que los revendedores acumulan un inventario excesivo y luego lo marcan para “obtener ganancias”, según un artículo de Vox sobre el tema.

El Mercado de Arte de Davis es un evento popular ubicado en 3.rd Street que incluye no solo revendedores de ropa vintage, sino también muchos artistas locales en Davis.

Sofie Kanayama, estudiante de quinto año con doble especialización en Diseño y Japonés, es una artista local que solía vender cerámica en el mercado. 

“Empecé a vender el año escolar pasado, durante el invierno”, dijo Kanayama. “Fui voluntaria en el centro de manualidades y pude tomar clases gratis allí.”

Desde entonces, ha crecido su amor por las manualidades. Pero de acuerdo a Kanayama, la dedicación no refleja las ganancias.

“Definitivamente, no obtengo un buen rendimiento por mi tiempo y energía”, dijo Kanayama. “Porque dependo del estudio comunitario, hacer una pieza a veces puede tomar hasta un mes, entonces el dinero no es nada en comparación con el tiempo requerido”. 

Kaden Zaldumbide, estudiante de quinto año con doble especialización en Arte y Teatro, está de acuerdo con la falta de ganancia en los mercados. 

“Por supuesto, yo vendo mi arte, pero últimamente hay una maldición en el arte, y es difícil obtener una increíble ganancia a menos que me vuelva muy famoso”, dice Zaldumbide. 

Mientras que es común en eventos como el Mercado SoSo en San Francisco y Berkeley o el Mercado SacTown en Sacramento aceptar tanto la venta de ropa como de artesanías, algunos en la comunidad han expresado preocupaciones sobre cómo cada tipo de vendedor debería ser considerado por la organización del mercado. 

“Cuando observas mi producto, no solo ves lo que hice en el momento sino también los años de educación y práctica que invertí para tener las habilidades que tengo hoy”, dijo Zaldumbide. “Si bien lo que los revendedores de ropa hacen sigue siendo trabajo, no están creando algo nuevo, lo cual es otro conjunto completo de habilidades”. 

Hay un interés de promover tu trabajo como pequeño artista local. Mientras que los mercados locales, como el Mercado de Arte de Davis, han tenido menos vendedores de ropa en el pasado, estos claramente se han multiplicado, trayendo naturalmente lo que es popular: la ropa y la moda. 

“Lo que hace a los artistas diferentes es que hay una especie de proceso de navegación en términos de compromiso con el cliente”, dice Zaldumbide. “Para un revendedor, si una persona ha comprado una pieza de ropa en el pasado, entonces otra persona va a volver a comprarla”. 

Zaldumbide dijo que ir al mercado casi parece un trabajo de tiempo completo porque hay un gran número de vendedores que resulta en una falta de espacio en 3rd Street.

“Tienes que levantarte muy temprano para asegurarte de conseguir un buen espacio, y ahora que el mercado está abierto hasta las 3 de la tarde, ir allí y establecerse es un esfuerzo mucho mayor”, dijo Zaldumbide. 

Aunque una atracción principal del mercado ha sido su naturaleza libre, tanto para los artistas como para los vendedores, algunos han dicho que eventualmente será necesario establecer reglas fundamentales. 

“El mercado en la calle tiene una vibra de ‘hacer-tu-propia-aventura’ porque no hay un gerente del mercado y no tienes que pagar un tarifa de vendedor”, dijo Kanayama. “Esto fue lo que me atrajo al evento en un principio. Pero desde entonces, ha estado muy difícil vender allí.” 

Debido a estas preocupaciones, el mercado ha tomado un enfoque más administrativo. De acuerdo a la publicación hecha por la organización del mercado en su cuenta de Instagram, @davis_street_market el 28 de abril, se estableció una nueva regla de delegar la mitad de la calle a revendedores de ropa y la otra mitad a artistas locales.

“En definitiva, creo que el meollo del problema es la tensión entre los revendedores y los artistas, así como la falta de espacio en 3rd Street, lo cual intensifica las cosas”, dijo Kanayama. 

 

Escrito por: Kacey Chan — features@theaggie.org 

Traducido por: Mathilda Brinton y Jazmín Ledesma